SOCORRO JIMÉNEZ JIMÉNEZ: «El pueblo gitano tiene la oportunidad de demostrar su valía»

Por derecho propio

Socorro Jiménez, portavoz del poblado de Santana (Luanco), critica la «discriminación social que sufre la etnia gitana» y reclama viviendas dignas

María del Socorro Jiménez, en el poblado de Santana. illán garcía

Por: Illán García – Santana – 15/07/2009

Los gitanos tienen mucho que decir sobre el plan de erradicación del chabolismo que iniciará el Ayuntamiento en breves fechas. Y una buena interlocutora es María del Socorro Jiménez Jiménez, vecina de Santana (Luanco) y una de las portavoces de este colectivo, que demanda una solución inmediata para los gitanos en Gozón. «Tenemos los mismos derechos que los payos, al trabajo y a la vivienda», dice enérgicamente. A sus 58 años y con diez personas más viviendo en su casa, Jiménez insiste en que «si los payos quieren que los gitanos vayan limpios», qué menos que poder vivir en una casa en condiciones de higiene y salubridad dignas.
 
«No basta con tener una bañera si no tienes agua», comenta. Jiménez recalca que los gitanos, al igual que cualquier otra etnia, son «de carne y hueso y merecen el mismo respeto». «¿O es que los payos tienen petróleo en sus venas en vez de sangre?», ironiza la luanquina ante la atenta mirada de su nuera y sus nietos. Al pueblo gitano, según Jiménez, siempre se le ha dejado de lado. Muchos payos, a su juicio, creen que con una limosna se soluciona el problema de los gitanos. Socorro lo niega y replica: «Los gitanos queremos vivir de nuestro esfuerzo para tener una vida decente y para ello necesitamos una vivienda».
 
La luanquina defiende que los payos «viven muy engañados si piensan que los gitanos no quieren dejar de vivir en chabolas o en guetos». «Queremos cambiar de vida», exclama mientras enumera las grandes deficiencias existentes en el poblado chabolista de La Paxarada, a la entrada de Luanco. «Viven peor que bichos, como si vivieran en un vertedero con una gran necesidad de higiene y salud; hay serpientes y ratones y eso no es bueno para nadie», explica Jiménez.
 
La portavoz del poblado de Santana insiste en que se infravalora a su etnia. «Hay muchos gitanos, igual que también hay payos, muy inteligentes y con sabiduría, lo que pasa es que estas minas están aún sin explotar», insiste. Socorro Jiménez quiso desmitificar el dicho que, según ella, va de boca en boca de que «los gitanos son malas personas: los hay buenos y los hay malos, como los payos, pero siempre nos señalan a todos cuando uno comete algo que no está bien». La portavoz vecinal de uno de los cuatro poblados chabolistas de Gozón quiso remarcar además que «el pueblo gitano tiene la oportunidad de demostrar su valía». Un asunto que molesta en demasía a esta luanquina es la diferencia de trato que, según ella, existe en la sociedad con respecto a la relación de los gitanos y los estupefacientes. «Detesto las drogas pero quiero decir una cosa: si un gitano vende una papelina seguro que le pasa algo mientras a un payo que vende una tonelada no le ocurre nada?».
 
Socorro Jiménez, pese a todo, está ilusionada con que el Ayuntamiento de Gozón haya iniciado los trámites para realojar a las familias que actualmente habitan en infraviviendas. «Tenemos el ejemplo de Candás, en el que los gitanos están integrados perfectamente y no pasa nada, les permiten alquilar una casa y no como me ocurrió a mí. Fuimos a alquilar una vivienda y les entregamos toda la documentación que nos pidieron: nómina, contrato de trabajo y avales y después de todo, cuando llegamos a la puerta para entrar a vivir, me dijeron que el piso no se alquilaba, simplemente porque somos gitanos», relata Jiménez que aboga por eliminar «de una vez por todas» el racismo existente en la sociedad y pide que en Luanco «en vez de hacer tanta vivienda para ricos se atienda a las personas que realmente lo necesitan».
 
Por: ine.es

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