La sensación de discriminación de los gitanos se dispara al buscar un empleo
CC. OO. firma un convenio para fomentar «la igualdad de trato» en un colectivo en el que la tasa de paro casi se triplica y la temporalidad es mucho más acusada
VÍCTOR M. VELA – VALLADOLID – !2/11/2009
No siempre hay un portazo en las narices, ni un ‘no’ deletreado con rencor. A veces se camuflan los motivos, el racismo se viste con excusas y la discriminación da rodeos, se entretiene por carreteras secundarias. «Ocurre, por ejemplo, cuando una persona gitana va a alquilar una vivienda. De entrada no dicen que no, claro que no. Dan vueltas a la cuestión, a lo mejor no contestan… pero, al final, no alquilan el piso». Lo explica Mar Fresno, directora de la Fundación Secretariado Gitano en Castilla y León. Ayer, este colectivo firmó un convenio con Comisiones Obreras para coordinar políticas contra la discriminación. Porque, ¿hay discriminación? Pues sí, la hay. El 52,2% de los ciudadanos gitanos de Castilla y León se han sentido así en alguna ocasión. La mayor parte dicen que ocurrió al buscar un empleo (el 32,4%), pero también en el propio lugar de trabajo (el 17,5%) o en el colegio, el instituto, en el centro de estudios (el 13,6%).
Los porcentajes son el zumo de una encuesta elaborada por el Secretariado Gitano entre cerca de 400 personas. Y los titulares no se terminan aquí. Por ejemplo, el 27% manifiestan «de forma espontánea» que una causa importante de su situación de desempleo es por «el hecho de ser gitano». El informe ‘Población gitana y empleo en Castilla y León’ concluye que en torno a 12.000 gitanos mayores de 16 años «han sufrido marginación» en algún momento de su vida. ¿De qué tipo? «En el acceso a bienes y servicios, a una vivienda, al sistema sanitario y al mercado laboral», asegura Fresno.
Hay datos. Los últimos que han sido oficializados pertenecen al 2008. Entonces, la tasa del paro era del 7,2%. Entre la población gitana casi se triplicaba, al llegar al 18,2%. Al mismo tiempo, la comunidad gitana presentaba una tasa de actividad 20 puntos por encima de la del resto de la población de Castilla y León (72,8% frente al 43,4%), «lo que significa que los trabajadores gitanos en esta comunidad poseen una vida laboral más prolongada debido, fundamentalmente, a su incorporación mucho más temprana al mercado laboral». Y estos, recuerden, son datos del 2008, cuando el monstruo de la crisis no había hecho sino enseñar los dientes. La situación ahora puede ser mucho más extrema. «En un momento clave de destrucción de empleo, los colectivos más dañados son los más vulnerables, como las minorías étnicas», comentan desde el Secretariado Gitano. Y hay más. «Veníamos de una etapa positiva donde se habían desarrollado más políticas de apoyo. Ahora vivimos un momento más complejo y competitivo, y las personas con menos formación lo tienen más difícil para conseguir un empleo o mantenerse en un puesto de trabajo».
Pero no sólo la tasa de paro es mayor, sino que aquellos que tienen un empleo han de soportar, en su mayoría, peores condiciones de trabajo. Por ejemplo, la Encuesta de Población Activa (EPA) desvela que mientras que el 56,5% de los trabajadores de Castilla y León son empleados por cuenta ajena con un contrato fijo, en el caso de la población gitana, este colectivo apenas llega al 7%. La mayor parte desempeña su trabajo en una actividad familiar y el porcentaje está equilibrado en los asalariados con un contrato temporal.
Variable educativa
Siete de cada diez ocupados son trabajadores no cualificados en los servicios, de acuerdo con los datos oficiales del Ministerio de Trabajo. Le seguirían los peones, los dependientes de comercio y los empleados cualificados en la construcción. Estos cuatro sectores acumulan el 88,6% del total. El resto se reparte entre administrativos, conductores y operarios de industria, entre otros empleos.
El hecho de que el 78% de la población gitana se adscriba dentro del sector de obrero no cualificado deja clara una premisa, y es que «la variable educativa es la más determinante para obtener un mejor nivel ocupacional». Así, como este colectivo suele comenzar a trabajar antes -dejando a un lado la educación y formación- se suele colocar en una clara situación de desventaja a la hora de acceder al mercado laboral. Para esta circunstancia también hay cifras. Tres de cada cuatro gitanos de Castilla y León (el 75,5%) son analfabetos, sólo saben leer y escribir o han abandonado los estudios Primarios antes de terminarlos.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) cifra en el 24,7% el porcentaje de gitanos analfabetos en la comunidad frente al 1% de la población total que no sabría leer ni escribir. Si se echa un vistazo al otro lado de la balanza se ve que mientras que el 58,9% de los castellanos y leoneses han completado, al menos, estudios de segundo grado, en el caso de la comunidad gitana el porcentaje de personas que han llegado hasta este nivel de estudio apenas alcanza el 1,8%.
Así las cosas, con un grupo que presenta -en gran medida- bajos niveles de instrucción y altas tasas de desempleo, «se requiere la puesta en marcha de medidas activas, especialmente en la formación y el empleo, para lograr una completa incorporación social». Éste es el principal argumento esgrimido por la Fundación Secretariado Gitano y Comisiones Obreras para fundamentar el convenio suscrito ayer en Valladolid y por el que ambas entidades «se apoyarán mutuamente y establecerán protocolos de acción para casos de discriminación».
El acuerdo tendrá vigor hasta el año 2013 en toda la comunidad autónoma (la tercera en la que se firma, después de Madrid y Andalucía) y persigue, según explicó ayer Ángel Hernández, secretario general de CC. OO. Castilla y León, un objetivo primordial, «luchar contra la discriminación laboral y fomentar la igualdad de trato, algo que ya hacíamos, pero que ahora queda formalizado con el convenio». Así, CC. OO. pondrá a disposición de Secretariado Gitano «todos los servicios jurídicos, sindicales y de orientación profesional» para fomentar la inserción en el mercado laboral de un colectivo «con el que se ceba el desempleo, la temporalidad y la precariedad». Además, «haremos un esfuerzo en los programas formativos».
Ya en vigor está el programa Acceder, que ha cerrado su primera fase, entre los años 2000 y 2007. En este periodo de tiempo, la Fundación Secretariado Gitano ha tramitado un puesto de trabajo para 1.378 personas que se beneficiaron de los 2.830 empleos por cuenta ajena conseguidos con una media de dos contratos por persona. Las mujeres supusieron el 39% de los trabajos logrados. Ahora se tiene la vista puesta en un nuevo plan Acceder, con vigor hasta el 2013 y que persigue erradicar esos criterios de discriminación, para el que hay más datos.
Por ejemplo, esta situación tiene también su reflejo en varias encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). En noviembre del 2005, a la pregunta: «¿A usted le molestaría mucho tener como vecinos a…?» diversos colectivos, el gitano fue el que salió peor parado. El 15,5% de la población encuestada no querría tenerlos pared con pared, por encima de ex presos (14,5%), personas alcohólicas (12,6%) y de extrema derecha (10,4%). En noviembre del 2007, el mismo CIS destacó que el 52% de los encuestados afirmaban tener «poca o ninguna simpatía hacia los gitanos» y el último Eurobarómetro sobre discriminación de la Unión Europea expresaba que sólo el 12% de los preguntados manifestaban tener relación con personas gitanas.
Fuente: nortecastilla.es
Mundo Gitano – Gypsy World