«El pueblo gitano siempre se había expresado cantando y gritando, pero con la figura del granadino José Heredia Maya( 1947 – 17 de enero de 2010) apareció el primer intelectual de esta etnia. El precursor de una estirpe de hombres gitanos que saben apreciar una seguiriya -como la que yo escuché anoche al cante del Lebrijano y al piano de Dorantes-, además de convertirse en figura fundamental de la universidad española». Así comenzó ayer su alocución Diego Fernández Jiménez, director del Instituto de Cultura Gitana del Ministerio de Cultura, ante un abarrotado Salón del Cante Grande de la peña de La Platería.

 

Allí, durante toda la velada, se le rindió homenaje al profesor conocido como Pepe Heredia, el primer catedrático de universidad gitano, un granadino ilustre, licenciado en Filología Románica, que nació en Albuñuelas en el seno de una familia que se dedicaba a vender telas por los pueblos de la comarca.

 

Con esos orígenes no es de extrañar lo que escribió: «Unos textos con una mirada limpia sobre su gente, alejada del racismo o del paternalismo con el que normalmente se habla de esta etnia», explicó en el escenario María Asunción Fernández Cotarelo, diputada provincial de Cultura, quien quiso asistir al acto organizado por la institución que ella representa y la Federación Provincial de Peñas Flamencas.

 

Entre lo más reseñable del recientemente fallecido Heredia, todos los artistas e intelectuales convocados coincidieron en la obra de teatro ‘Camelamos naquerar’ ( ‘Queremos hablar’), que se proyectó en la sala tal y como se estrenó en 1976 junto al bailaor Mario Maya.

 

Entonces y ahora esa pieza es todo un alegato contra la opresión sufrida por los gitanos durante siglos. El guitarrista Paco Cortés tocó en aquellas primeras representaciones, que tuvieron eco hasta en Europa. Ayer, en La Platería, él mismo recordó la importancia del montaje, que rompió moldes contra la incomprensión y tendió puentes hacía el diferente.

 

El cantaor Luis ‘El Polaco’, también subido a las tablas, fue el primero en poner voz a ‘Macama Jonda’ (1983), firmada por José Heredia Maya, que se atrevió en aquella ocasión con la primera fusión del flamenco con la tradición musical arábigo-andalusí.

 

Un pensador indiscutible

 

Ese concepto de intelectual rupturista e indiscutible, además de precursor de caminos artísticos, fue destacado en la cita por muchos de los flamencos presentes, como el bailaor Manolete, la bailaora La Moneta y los cantaores Pepe Luis Carmona y Jaime El Parrón. A la Placeta de Toqueros también acudieron miembros del mundo cultural, como los representantes Juan Mesa y Raúl Comba, además del antiguo presidente de la peña, Antonio Gallegos. Cómo no, el actual ‘director’ de La Platería, Miguel Clavero Arostegui, se encargó de llevar las riendas de que todo saliera a la perfección en una velada con sede en la institución decana del panorama flamenco.

 

La noche estuvo conducida por Tito Ortiz, quien puso una pizca de color: «Me gustan los negros de Nueva Orleans por el sentido filosófico que tienen de la vida y por su esencia al hacer jazz y despedirse de este mundo (…). Los homenajes no deben ser lacrimógenos, así que hoy estamos aquí reunidos para recordar en el buen sentido a José Heredia Maya».

 

El profesor Juan Mata hizo un repaso de la trayectoria de su compañero, que además de ser el primer gitano que se convirtió en docente de una universidad española, fundó el Seminario de Estudios Flamencos de la UGR allá por los años 70, el primer esfuerzo para estudiar este género musical dentro de la institución académica. Tras él, Elodia Martínez recitó algunos poemas de Heredia Maya seleccionados por su familia, representada para la ocasión por su hijo, José Heredia Moreno.

 

Miguel Ángel González