Las familias que vivían allí, se alojan este tiempo donde pueden
Huesca – 14/08/2009
Ahora los trabajos se han centrado en buscar a una empresa especializada en rehabilitaciones para acometer los trabajos. Estos serán los «típicos» de cualquier edificio en las mismas condiciones. En los reconocimientos que hizo Rambla comprobó cómo en los más de cien años que lleva construido el bloque, el mantenimiento ha sido «nada o muy poco» y con el abandono, «los defectos se han ido acumulando», llegando, por ejemplo, a cubrirse agujeros en el tejado con un toldo.
Silvana y su marido Richard han vivido estos meses en el garaje que su suegro tiene en su casa, una estancia reducida, sin agua ni baño, una cama, un espejo, un ventilador y, como armario, un parquecito de su nieto, en donde guardan la ropa en bolsas. Comen de bocadillo y la luz la obtienen de la casa del suegro, quien les permite usar el lavabo pero para la colada ha tenido que recurrir a su hija, que vive en el Perpetuo Socorro, con lo que invierte dos o tres días en hacerla, incluidos los desplazamientos. En ese piso se han podido alojar el resto de su familia, incluidos sus nietos, a los que ahora sólo ve una hora al día. «He sentido más apartarme de mis nietos que cualquier otra cosa. El agua y la ducha es lo menos peor, peor es no tener a mis hijos y nietos, que me los han quitado», lamenta Silvana.
Fuente: Alto Aragon
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