Hoy, día dos de agosto, se celebra el primer Día Internacional para el Recuerdo de las Víctimas Rrom del Holocausto, una fecha que a partir de ahora recordará al mundo que la comunidad gitana en Europa también fue víctima del genocidio Nazi junto al pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial. La diferencia con respecto a estos, es que ellos finamente lograron, no solo un estado propio tras la contienda, el estado de Israel, sino también el saber trasladar a toda la sociedad el horror vivido en los campos de exterminio.
Por el contrario, lo triste para el pueblo Rom, acostumbrado a estar perseguido desde tiempos muy remotos, ha sido el hecho de que ni tan siquiera se conociera y “reconociera”, hasta hace muy poco, que fuimos tan victimas como los propios judíos, y que carecíamos de amparo alguno, sin que nadie “velase” por nosotros. Nos encontrábamos en el mas absoluto abandono y desamparo, y el poder Nazi lo sabía, por ello las peores atrocidades fueron cometidas con adultos y con niños gitanos, tales como las de servir como “conejillos de india” vivientes para toda clase de experimentos, experimentos de los que solo el mas simple de ellos, pondría los pelos de punta a cualquiera si algún día fuesen mostrados en la gran pantalla, tal y como sí ha hecho la comunidad judía en innumerables películas, siendo quizás la “La lista de Schindler” de Steven Spielberg, una de las mas destacadas.
El pasado 27 de enero, la ONU celebró el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, sin embargo, no fue invitado ningún representante de la comunidad gitana, tan diezmada o quizá más en proporción, que la propia comunidad judía. Un hecho realmente insólito que mereció la reprobación del mundo gitano en general, e incluso del “no gitano” en otros muchos casos particulares.
Rudko Kawczynski, presidente del Foro Europeo Romaní, (European Roma Rights Center), lamentó profundamente aquel hecho, y solicitó una reunión urgente con el Secretario General Ki-moon para tratar el tema, al tiempo que Ian Hancock, director del Centro Romaní de Archivos y Documentación de la Universidad de Texas-Austin, denunciaba que "la decisión de Naciones Unidas de excluir a los romaníes del recuerdo del Holocausto, perpetúa la marginación de nuestro pueblo en el registro histórico".
El Holocausto como tal terminó en 1945 tras el fin de la II Guerra Mundial, pero para la comunidad rom la pesadilla no acabó ahí del todo. Tras la guerra, aún hemos continuado viviendo nuestro particular y permanente “holocausto diario”, provocado por el rechazo, la discriminación, e incluso en también ocasiones, la persecución y la violencia de la sociedad actual.
Una situación que ha condicionado y condiciona nuestras vidas, en todas y cada una de sus parcelas, hay que vivirlo para verdaderamente saber a qué nos estamos refiriendo. Ese "estado de excepción permanente" ha dificultado de manera muy directa nuestro propio desarrollo, ahondando aún más en el abismo que nos separa del resto.
Bueno es, y necesario, que por fin se reconozca y se haga memoria del genocidio perpetrado por el poder Nazi contra nuestro pueblo, pero esa memoria ha de venir acompañada por una decidida voluntad para erradicar el "germen" y el origen del mismo, un germen alimentado por el racismo, la violencia y el odio, que ha perdurado y se ha extendido hasta nuestros días.
Mundo Gitano