Construir el futuro de la mujer gitana
Su situación ha mejorado considerablemente en los últimos años, pero aún quedan muchos estereotipos por romper y pasos que dar para seguir avanzando
IRUN: Por. MAITANE OLAIZOLA 14/03/2009
Reunidos en grupos de entre seis y diez personas, los participantes fueron intercambiando opiniones sobre aspectos relacionados con la participación de la mujer gitana en la sociedad o la relación entre payos y gitanos.
Según la mujer, su familia ha sentido en alguna ocasión «el rechazo de la sociedad. A la hora de buscar trabajo o querer alquilar un piso, por ejemplo, no nos aceptan porque creen que vamos a dar problemas. Nos meten a todos en el mismo saco, pero en la comunidad gitana hay de todo, como en la paya». Y es que uno de los comentarios más repetidos durante la cita fue que «existen muchos estereotipos sobre nosotros que nos dan una imagen negativa».
Vida social
«Hoy le he dicho a mi marido: Me voy con las amigas. Haz la comida para tus hijos y recoge la casa», decía una de las participantes. «Es verdad», opinaba otra, «ahora hacemos más vida social. Tomamos café, vamos al cine o a la playa y mientras tanto, él se queda con los niños. Antes, eso era impensable».
Ellas son, sin duda, el motor del cambio en su comunidad. «Vamos avanzando mucho más rápido de lo que pensábamos. Se está trabajando mucho con nosotras, pero ellos también necesitan un reajuste», opinan desde I-Romi.
Hace pocas generaciones, los gitanos vivían en chabolas o caravanas. Ahora, «la mayoría vivimos en pisos», aclaran. La falda era su prenda estrella. Ahora, «preferimos los pantalones», comentaban las más jóvenes. El cambio de mentalidad se nota.
Para seguir avanzando en el camino hacia la igualdad de oportunidades, cada grupo realizó una lista de medidas que, después, puso en común. Por un lado, apelaban a la formación. «Es la clave del futuro. El conocimiento abre la mente de las personas». Por otro, apostaban por la incorporación de la mujer al mercado laboral para «alcanzar la independencia, tanto económica como personal». Destacaban, asimismo, «la importancia de retrasar la edad de casamiento o de decidir, por una misma, el número de hijos que se quiere tener».
Para avanzar en esa dirección, consideraban la necesidad de «educar en igualdad dentro de la propia familia. La figura del líder ya no es tan importante, lo que no quiere decir que perdamos el respeto a nuestros mayores y a la familia», aclaraban. Aunque apuestan por evolucionar, piden «que no desaparezca la cultura clásica gitana».
Durante la cita, una joven dio lectura a un poema que decía: «Si no consigues lo que anhelas, no desesperes. Quizá sólo estés echando raíces».
Fuente: diariovasco.com
Mundo Gitano – Gypsy World